El ser humano influye en todo su entorno, tanto es así que hemos creado nuestra propia era geológica, el Antropoceno. Según algunos científicos, no hay ninguna razón para estar orgullosos porque nos lleva a una extinción catastrófica de la vida.
Los seres humanos han producido cambios tan inmensos y sin precedentes en el planeta que pueden estar marcando el comienzo de un nuevo período de la historia geológica: el Antropoceno. Entre las causas figuran la contaminación, el crecimiento demográfico, la urbanización, los viajes y traslados de grupos humanos hacia zonas vírgenes formando nuevas ciudades, la minería y el uso de combustibles fósiles, que han alterado el planeta de una manera considerable. Este hecho, estiman los expertos, se dejará sentir durante millones de años. El impacto de la humanidad es tan importante que puede dar lugar a la sexta extinción en masa más grande en la historia de la Tierra, con el agregado de miles de nuevas especies de plantas y animales, además de las que ya estaban en vías de desaparición. La idea no es nueva, pero un recién formado grupo de trabajo de expertos ha sido creado para reunir todas las pruebas que apoyen el reconocimiento del Antropoceno como el sucesor de la actual época del Holoceno, en la que nos encontramos oficialmente. Se espera que dentro de tres años, este caso sea presentado en la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, que decidirá si la transición a una nueva época se ha iniciado o no.
...
Una extinción catastrófica
El Dr. Jan Zalasiewicz, de la Universidad de Leicester, coautor del documento, añadió: «Se sugiere que estamos en el tren de producción de una extinción en masa catastrófica capaz de rivalizar con las anteriores cinco grandes pérdidas de especies y organismos durante el pasado geológico de la Tierra». Hoy la preocupación inmediata es las emisiones de dióxido de carbono que está causando un lento pero incesante calentamiento global. Pero no es la única huella por la que de aquí a varios miles de años los arqueólogos reconocerán al Antropoceno. Además delcambio climático, mucho más brutal que el causado por la azolla, encontrarán miles de millones de toneladas de plásticos y residuos tóxicos. El Antropoceno será una de las épocas geológicas más claramente marcadas y todo parece indicar que puede ser la más corta en la historia de la Tierra. Una época que muchos niegan y se resisten a recibir intentando cada día una nueva actividad que genere conciencia y ponga freno a este suicidio masivo en el que estamos todos embarcados."
El Oceanógrafo Guillermo Quirós Alvarez nos regalo un texto sobre este tema esta mañana en el diario extra.
"El ser humano: ¿virus en la Naturaleza?
Una creciente corriente de pensamiento intelectual en el mundo propone que hemos pasado a una nueva era geológica: el “Antropoceno”. Era caracterizada por los cambios a escala planetaria, producto de una sola especie sobre la faz del planeta y que, como ninguna otra, ha transformado de forma irreversible el comportamiento del Gran Ecosistema que nos da vida, alimento y abrigo.
Si bien la revolución industrial marca un evento de alto impacto en los ecosistemas, podríamos fijar la fecha de inicio del Antropoceno hace unos 8.000 años, con el surgimiento de la agricultura intensiva y, con ello, el inicio de la emisión de gas metano en gran escala en las sociedades orientales. Ello acompañado de la domesticación de mamíferos y aves, así como del cambio del paisaje cada día mayor.
Un elemento clave para definir esta era es la concentración del dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. Durante los ciclos interglaciares del pasado millón de años, este varió entre 180ppm y 280ppm, como indican los registros en hielos polares. Pero hace tan solo una década superó 380ppm, nivel nunca alcanzado en la historia del planeta. Y no se trata solo de la magnitud del cambio, sino también de la velocidad a la cual ocurre, producto de la intervención humana: industria, producción agropecuaria, combustión automotriz y deforestación.
En un artículo reciente en la revista Journal Environmental Science and Technology, un notable grupo de ecologistas identifican rasgos diferenciados en los ecosistemas al comparar los últimos millones de años, a saber: destrucción de hábitats e introducción de especies invasivas -causa de extinción y modificación de muchas otras-, acidificación de los océanos –alterando la naturaleza de los ecosistemas marinos y extinguiendo eslabones fundamentales en la cadena alimenticia-, urbanización desordenada, incrementado la erosión y la sedimentación en ecosistemas acuáticos de toda índole, pudiéndose inclusive identificar en el último decenio cientos de kilómetros de áreas costeras muertas en la costa este de los Estados Unidos, Europa Central y Asia. Toda una ofensiva que altera el equilibrio natural del planeta, el cual está reaccionado de forma drástica.
Analicemos perspectivas: Los virus que afectan la vida del hombre tienen un tamaño de 10 a 300 nanómetros. Por su parte la Tierra mide 9.000km de diámetro medio, lo cual hace al hombre ser 100 nanómetros más pequeño: una proporción similar al de un virus para el organismo humano. El ser humano posee 75% de agua al nacer, la Tierra el 72% de agua en su capa externa ¿Coincidencia? En la Tierra su sangre vital fluye a lo largo de ríos y océanos. Cuando una bacteria ataca al organismo del ser humano, este dispone de anticuerpos para aniquilarla y evitar su muerte. ¿Nos habremos convertido para la Tierra en un dañino virus? Y si es así, ¿De qué anticuerpos se vale ella para aniquilarnos? ¿Será acaso que la lectura que hacemos de los efectos adversos para el ser humano en el siglo del Cambio Climático, constituyen realmente una advertencia de la Madre Tierra de que hemos llegado al límite natural y ella debe deshacerse de la especie que más daño le causa a su equilibrio y con ello corre riesgo inminente su organismo? Por ejemplo, ¿Podríamos interpretar que las crecidas de los ríos para expulsar al hombre invasor de sus riberas, no es más que quitarse de sus arterias los patógenos que impiden la libre circulación y oxigenación de su sangre? ¿O que los huracanes persiguen un mismo fin, con el fin de devolver a sus océanos los territorios arrebatados por el hombre? ¿O acabar con las especies invasoras de sus océanos? ¿Constituyen El Niño y La Niña calentura y escalofrío que anuncian la reacción de un organismo enfermo, que trata de equilibrar sus flujos térmicos?
Como especie amenazada es nuestro deber revisar a profundidad la actuación en este ecosistema. Causamos daños irreversibles y quienes más sufrirán las consecuencias serán nuestros herederos."
El planeta se parece cada vez mas al Titanic, se esta hundiendo y continuamos nuestras vidas como si nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario