4/8/08

El final del mundo tal como lo conocemos.

A ver todos los proyectos en espera de aprobación sea por la SETANA o por el CIMAT, me pregunto como haremos para abastecer tanta energía que tanto nos cuesta obtener. En vez de promover pequeñas infraestructuras que tendrían pocas demandas energéticas  y un impacto mucho menor en el ambiente, el estado esta promoviendo marinas,  complejos hoteleros, golfes, condominios, villas de lujo, etc...

No se si nuestros administradores han escuchado hablar de lo siguiente. 

Hice una traducción de este  articulo, la de Google y otros no traducen todo.


El final del mundo tal como lo conocemos. 


Crónica del antiguo Ministro de Medio ambiente francés Yves Cochet, parecido sobre el sitio internet de Actu-Environnement (el 29 de mayo de 2008).


Estamos "dopados" al petróleo, no podemos pasarnos de el, estamos dispuestos a todo para seguir nuestra addiction. Nosotros, es decir el tercio más rico de los habitantes del planeta. Esta situación, sola ella, tendrá pronto consecuencias devastadoras en todos los ámbitos, sobre todos los continentes. La subida actual del curso de los hidrocarburos no es un simple choque petrolífero - como los que nos enfrentamos en 1973 y 1979 - esto es el final del mundo tal que lo conocemos.


Este acontecimiento, cuyas premisas percibimos, procede de la coincidencia, sobre algunos años, de tres factores inéditos:


1) el decrecimiento definitivo de la producción de petróleo (geología);


2) el exceso estructural de la demanda mundial sobre la oferta de petróleo (economía);


3) la intensificación de las guerras y del terrorismo para el acceso a los recursos no renovables (geopolítica).


Estos tres factores, reforzándose mutuamente, causan por empezar una subida de los precios de los productos derivados del petróleo, luego del gas y de la energía, finalmente de todos los productos y servicios dependientes. Resumidamente, entramos en un período de inflación, recesión, tensiones internacionales, de guerras.


1) En 1956, King Hubbert era geólogo a la sociedad Shell. Publicó un artículo poco observado que afirma que la producción petrolífera de los 48 primeros Estados americanos - la más importante del mundo en esa época - iba a crecer hasta en 1970, luego a continuación declinar inexorablemente. Fue necesario esperar un poco más de catorce años para darle razón: la producción americana no deja de disminuir desde 1970. Extrapolando los métodos de Hubbert al conjunto del planeta, podemos considerar que hemos alcanzado hoy - en 2008 - el máximo de la producción mundial de petróleo.


Esto es un acontecimiento excepcional en la historia humana. Por primera vez, los volúmenes de la materia más indispensable para el conjunto de la economía mundial habrán creícido durante ciento cincuenta años para disminuir a continuación, inexorablemente, año tras año. La imagen mental "del crecimiento" - del PIB, la población, el número de automóviles... - se choca con la disminución geológica, ineludible, irreversible del más precioso fluido. La singularidad de este acontecimiento es tal que ningún modelo del mundo económico, ninguna información masiva de sensibilización, ninguna política de evitación o adaptación habrán precedido su llegada. Esta ignorancia es catastrófica.


2) El segundo factor creativo del choque es el cruce actual de dos curvas. La curva del pedido mundial de petróleo y la de la oferta mundial, que todavía ha sido superior a la primera, hasta ahora. Hoy, el pedido supera la oferta. Esta nueva situación de exceso estructural del pedido mundial sobre la oferta causa una tensión en los mercados de los cursos del petróleo y, finalmente, una fuerte y definitiva  subida  de estos cursos. La inflación de los precios de los productos derivados del petróleo se propaga a los otros ámbitos, en particular, la agricultura y la pesca, los transportes y el turismo.


Los espíritus "cornucopiens" (de la mitología griega "cornucopia") - creyendo en un eterno cuerno de la abundancia - consideran tranquilamente que el cruce de las curvas de la oferta y de la demanda no durará, la tecnología, el mercado y la ingeniosidad humana llegando a prolongar los métodos de producción y consumo industriales, e incluso a extenderlos e n el mundo entero.


El consumo de energía solo puede crecer. El futuro es radiante, la mundialización feliz. Los economistas afirman que el precio de la energía debe tender hacia el costo marginal. Considero, al contrario, que el precio de una energía debe tender hacia el costo de su posible sustitución, que es mucho más elevado que el precio actual. Es decir, a 130 dólares el barril y a 1,50 euros el litro a la bomba, el petróleo no es costoso. Nos daremos cuenta pronto cuando el barril sea a 300 dólares y el litro a 3 euros.


3) Subida de los cursos del petróleo. Inflación. Aumento de los tipos de interés. Deuda. Creación de moneda. Devaluación. Reducción del poder adquisitivo, reducción de las compras. Recesión. Tensiones internacionales... El petróleo en alza, es la guerra.


Los países grandes consumidores de petróleo no lo poseen, o ya no lo poseen, o menos que antes. Francia y Alemania no tienen. Los Estados Unidos importan hoy más de la mitad de su consumo. Gran Bretaña se volvió importadora en 2004, del hecho de la depleción (En la terminología petrolera se llama "depleción" a la baja posterior a un pico de producción) de los campos en el mar del Norte. Favorecidas por la naturaleza (?), las grandes regiones exportadoras son el Oriente Medio, el Ural- Volga y la Siberia occidental en Rusia, el golfo de Guinea, Venezuela y México.


Los países del Oriente Medio, que tienen a los dos tercios de las reservas de petróleo y garantizan un 31% de la producción, solo contribuyen al 6% del consumo mundial. Una situación similar, aunque menos contrastada, prevalece en África (producción: 11%; consumo: 3 %) y en América latina (producción: 10%; consumo: 6 %). al contrario, las grandes regiones consumidoras son importadores: América del Norte (producción: 18%; consumo: 30 %), Europa (producción: 9%; consumo: 22 %) y Asia- Oceanía (producción: 10%; consumo: 28 %).


Lo que llamaron "desarrollo" durante la segunda mitad del vigésimo siglo se resume a una calidad: el acceso a la abundancia petrolífera barata para producir trabajo mecánico. Es porqué los Estados Unidos fueron y permanecen el primero de los "países desarrollados". Durante la mayor parte de este último siglo, poseyeron, antes y más que cualquier otro, este acceso al petróleo en su territorio y por el intermediario de sus compañías transnacionales.


Pero los tiempos cambian. Descubiertas en caída, oferta estancada, demanda creciente, guerras para el acceso. Tal es la fórmula de la depleción petrolífero que se anuncia. La elección de los países industrializados es binaria: o bien deciden su destete inmediato y riguroso, o bien siguen su addiction por la fuerza. La primera alternativa es la única manera de salvaguardar la solidaridad, la democracia y la paz, pero elegimos la segunda: la guerra (Irak, Afganistán, Darfour...).


Esta situación no es "el final del petróleo" o "el final de las energías fósiles", es el final de la energía barata y, por lo tanto, el final del mundo tal como lo conocemos, es decir, antes de quince años, el final del crecimiento económico, el final del capitalismo, el final de la Unión Europea, el final de la aviación comercial de masa, el final de la gran distribución...


Las transiciones energéticas de los últimos siglos - de la madera al carbón, del carbón al petróleo - eran graduales y adaptantes, el pico de Hubbert será brusco y revolucionario. El final del petróleo a buen precio es el mayor desafío que haya enfrentado la humanidad (es EL problema). De modo a retrasar un poco la fecha y un poco los efectos desastrosos, la única conducta posible es el aprendizaje de la sobriedad (es LA solución). Es decir, políticamente, una perspectiva de autosuficiencia descentralizada, por la disminución del consumo, por la disminución de los intercambios de materias y energía, por una movilización general de la sociedad alrededor de una clase de economía de racionamiento solidaria y democrática.


En el inmensamente complejo ciclo del carbono, el aval del ciclo, ahora conocido bajo el nombre de "cambio climático", es hoy el objeto de una determinada atención, o incluso de algunas escasas decisiones (Protocolo de Kioto, Grenelle del medio ambiente) destinadas a reducir o a adaptarse a los episodios climáticos extremos que se perfilan. Pero el cambio climático, aunque rápido a la mirada del tiempo geológico, es diez veces más lento que la fase preliminar del ciclo del carbono, es decir el pico de Hubbert, el "Peak Oil". Si aquél se mide en décadas, éste se mide en años. Ya no estamos en la previsión, estamos en la cuenta regresiva.


Sobre el tema les propongo otro muy bueno articulo :

PETROLEO: ¡LA FIESTA SE ACABÓ! Por Michel Carles*

* Michel Carles, es Ingeniero, francés, Consultor de las Naciones Unidas, autor de varios artículos sobre temas de desarrollo. Ha vivido más de 20 años en Chile, actualmente reside en Brasil.

Petroleo: ¡La fiesta se acabo! es una reflexión a partir del libro de Yves Cochet, Pétrole Apocalypse. 

Fortín Mapocho ofrece a sus lectores tres versiones de este artículo: español, francés y portugués.



Guy McPherson - Pronóstico pesimista para los años venideros

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